martes, 30 de agosto de 2011

jurar en falso.

Llamar 'luna' a una estrella, y creer una mentira llamándola la más bella; que como ella no hubo otra, olvidando el fulgor de la primera, que aún en su hora más oscura, eclipsaba a cualquiera, no por bella, sino por ella, por amada, por venerada, porque el amor le daba alas, ese hálito de belleza que no se lo pudo quitar ninguna estrella. Siempre luciendo más que el resto, sin necesitar ningún pretexto para brillar.







1 comentario:

Jorge Luis Mejía dijo...

Interesante tu sitio de reflexión. Me gusta. Saludos