lunes, 8 de febrero de 2010

Saturday, February 6th 2010: absolutely unforgettable

Le premier jour du reste de ma vie.

All these images appearing in my mind, they won't go away. The bed is way too big only for me and way too cold no matter how many blankets I put, if I don't have your body next to mine I know I'll freeze. My arms just want to hold you and my lips just want to kiss you. I miss those sweet green eyes where I could lose myself forever even though it hasn't even been a day without you, every minute pierces my soul with your abscence. And now I'm supposed to sleep here alone and only dream of your smile and your whispers late at night... So I miss you and I love you and I'm sure I'll never get used to sleeping without you again, not now that I've tasted the perfection of sharing a matress with you, feeling your body onto mine. And it gives me the chills when I remember when we were one. We couldn't be any closer, and our souls would fuse and merge. But that seems only to have been a dream 'till I pinch myself and realize it's real; we were real, we still are, you are mine and I'm yours in body and soul 'till the end of our time and there's no one who's ever arrived this far and this deep in my heart, I just hope it lasts forever. Now that I know what happiness is I couldn't bear the idea of letting it go, and losing you with it.
And now we're back to the beginning and I'm still lying on my bed with all these images and words through my head and my heart is about to explode 'cause it's screaming your name. I can't sleep without you anymore.

ತೊದೋ ಲೋ ಕುಎ ನೆಸೆಸಿತೋ ಮೇ ಲೋ ದಾಸ್ ತು.



viernes, 11 de diciembre de 2009


Crónicas de mi deseo: TUS BESOS; TUS CARICIAS.

Primero estuvieron tus caricias; suaves, tenues, dulces. El solo roce de tu piel con la mía despierta, en lo más hondo, mis instintos, aquellos que llevaban ya demasiado tiempo adormecidos.
Un escalofrío general recorre cada uno de mis poros, y un deseo irrefrenable me embarga, nublando mis sentidos, luchando con mi mente.
Día tras día es una eterna guerra; tu tacto y mi razón [Despiertas mi parte más salvaje... ¿sabes hace cuánto tiempo lleva oculta esa parte? Adormecida, hundida en el sopor, dejada en el olvido... y tú... la has revivido, la has sacado a la superficie. A flor de piel, ¿qué hago ahora? No sabes cuánto te lo agradezco; creía que me había vuelto incapaz de sentir].
Los segundos se me hacen eternos, y la batalla se vuelve encarnizada cada vez que tus dedos rozan la piel de mi brazo. Me giro y veo tus ojos [esos ojos, los mismos con los que sueño dormir cada noche, los mismos con los que ansío despertar], y una tímida sonrisa quiere escapar por la comisura de tus apetecibles labios. [¿y ahora qué hago? dímelo tú... ¿qué hago? ¿Me dejo vencer... o me controlo?] Mi mente poco a poco va buscando la manera de mitigar estos impulsos, y recurre a la imaginación. ¿Y si tuviera un mando para parar el mundo, para que nadie vea, ni oiga? Mejor, para que todos desaparezcan y estemos solos tú y yo. Y poder besarte hasta quedarme sin aliento, abrazarte hasta romperte los huesos, acariciarte hasta llagarme las manos. ¿Y si tan solo pudiese hacerte entender que muero por tenerte? y si tan solo...
Las palabras del profesor o del orador de turno, las risas, las burlas, los pensamientos, las caras, y facciones de todos van disolviéndose en la lejanía... [he conseguido calmarme; ahora estás sólo tú] hasta finalmente desaparecer.
Suena el timbre y yo me muero un poco más [otra hora a tu lado, tan cerca... y a la vez, tan lejos]. El sonido de las manecillas el reloj se clava como una aguda punzada en mi corazón. Mis manos se sienten oxidadas, eternas, sin ti. Necesito sentirte cerca, sentirte aquí.

Y ahora, sin avisar, vienen tus besos, aparecen de repente en el cuadro, como dibujados por la mano de un artista, pincelada tras pincelada; cálidos, húmedos, placenteros... y una vez dibujada la base, va agregando los matices; juguetones, ingeniosos, inocentes, perversos, pacíficos, excitantes, tenues, apasionados... De diferentes colores, sabores, texturas, tamaños. A veces dulces, a veces salados.
Pero, ¿sabes qué es lo mejor de todo? Cuando las dos cosas se combinan: tus besos y tus caricias. Es entonces cuando descubro mi nirvana personal.

Tus manos me envuelven delicadamente, tanteando el territorio; mi cintura, mis piernas, mis brazos, mi rostro, mi cuello, mis labios... tu boca se aproxima a la mía poco a poco [lo suficientemente lento para que ponga cara de idiota consumida por el deseo] y finalmente tus labios rozan los míos. Lo que sucede después es inefable [he desvelado el secreto del séptimo cielo].
Tus labios se pasean por mi cuello, dejando su huella. Tu cálida lengua acaricia mi salada piel [no puedo más] y tus dientes se hunden suavemente en mi nuca [¿hace falta mencionar que cada milímetro de mi piel se me pone de gallina?]. Y por si fuera poco, sigues subiendo, besando lentamente mi mandíbula, hasta llegar a mi oreja, donde me susurras palabras con sabor a miel. Recorres mi barbilla y besas mis ansiosos labios, que exhalan deseo.
Tus manos, bien acomodadas en mi pelo, sólo ayudan a mi sensación de absoluta calma [de absoluto éxtasis]. Y ¿con qué comparo tus suspiros? ¿tus respiraciones en mi cuello? ¿el palpitar acelerado de tu corazón cuando apoyo mi oreja en tu pecho? El cielo es insuficiente. Es más, es un término basto y vulgar.
Eres... eres todo lo que puedo desear [y más].
Eres mi adicción personal.


Espero que de esta manera entiendas al menos un poquito de todo lo que me haces sentir.

domingo, 6 de diciembre de 2009


El deseo trabaja como el viento. Sin esfuerzo aparente
Si encuentra las velas extendidas nos arrastrará a velocidad de vértigo. Si las puertas y contraventanas están cerradas, golpeará durante un rato en busca de las grietas o ranuras que le permitan filtrarse.
El deseo asociado a un objeto de deseo nos condena a él. Pero hay otra forma de deseo, abstracta, desconcertante, que nos envuelve como un estado de ánimo. Anuncia que estamos listos para el deseo y sólo nos queda esperar, desplegadas las velas, que sople su viento.
Es el deseo de desear.


Crónicas de mi deseo: TUS ABRAZOS.


Tus brazos siempre encuentran su lugar en el espacio que se les ofrece entre mi cintura y mi espalda. Tu cabeza en mi cuello y la mía sobre tu hombro. Como si hubiésemos sido diseñados para encajar perfectamente en esa posición. Y poco a poco, voy sintiendo tu respiración en mi nuca, y sin poder evitarlo, se me pone la piel de gallina, mientras un sinfín de imágenes recorren mi mente en el lapso de dos segundos. [Cómo explicarte que tengo que hacer uso de hasta la última gota de mi autocontrol cada vez que te me acercas] Siento el sonido de tus palpitaciones, fusionarse con las mías, aunque nuestros corazones estén separados por huesos, músculos... sentimientos.
Y tu olor me va envolviendo y me va enloqueciendo. Obnubila todos mis sentidos, y me quedo en los instintos. Y mi razón se multiplica por cero y se anula todo concepto de raciocinio. Porque cuando estoy así contigo se me hace imposible pensar.
Tus brazos me estrechan y cierro los ojos imitando tu acción. [Quisiera poder decirte tantas cosas en este momento... decírtelas, pero sin palabras. Mejor dicho; hacértelas entender] Hasta que abro los ojos, me separo de ti, y vuelvo a la realidad. Pero aún no termina, porque siempre estás ahí. Y con cada tacto, con cada susurro, con cada mirada, hasta la última fibra de mi ser desea solo una cosa: tenerte conmigo otra vez.


[we're hand in hand, chest to chest and now we're face to face...]

...

Silencio.

...

Hace frío, un poco más que ayer por la noche, aunque parece ser una noche cualquiera, sin nada en especial.
Estos días son raros, sigo vacía de sentimiento.
Aunque en realidad, tampoco he pretendido sentir nada.

Cuando conseguí que toda esa mierda que tenía dentro de mí se fuera, era eso exactamente lo que sentía, lo mismo que esta noche al estar asomada en esta ventana.
Frío, vacío...
No se a dónde quiero llegar exactamente, pero no me preocupa.
Tampoco me apetece lanzarme a pensar, ni a soñar ahora, porque afirmo, que aún no soy tan fuerte y se que terminaría en un lugar donde no debo estar, porque nadie me ha guardado un sitio.

Si fuerzas un poco la vista, desde aquí mismo se puede ver la catedral...ahí está...
Barcelona está tan iluminada como cualquier noche de verano, como cualquier fin de semana.
En miles de ricones, en estos momentos hay risas, llantos, abrazos, empujones, besos, miradas, sentimientos...personas. Hay vida.

Recuerdo, como siempre, pero esta vez no siento nostalgia.
No me duele, ni me jode porque se que en el fondo no siento lo que sentía.
Una de tantas noches en las que negaste algo para volver a reafirmarlo, para contradecirte a ti mismo con la mirada o con un beso.
Solo por sentir que yo seguía ahí, luchando en vano.
O porque sentias algo, a lo que tenias miedo a enfrentarte.



Texto original de: http://siesmiotromundo.blogspot.com/

sábado, 5 de diciembre de 2009

»Te diría las mismas palabras de ayer, te besaría como la primera vez, sí todo lo haría por ti, ya ves, pues mi amor es el mismo aunque crezca cada vez.

Yo pondría el mundo entero a tus pies, cada noche las estrellas en una caja las escondería, sí, para que todo sea tuyo, para que el brillo de tus ojos sea de la noche el único orgullo.

Pero cómo salir de la rutina, dejar todas mis tonterías de niña ingenua? Cómo darte una verdadera sorpresa atada a la realidad de esta vida? Quisiera siempre tener una nueva promesa, que sientas más amor en cada nueva caricia, que mires en mis ojos con esa bella sonrisa y sepas que jamás vi un mejor color en la vida, jamás vi un cielo así y jamás veré a nadie con los ojos que te veo a ti.

Si supieras lo que pienso, si supieras lo que siento, quisiera que mis palabras no se las llevara el viento y que cada noche en tus sueños recuerdes la fantasía de mi amor sincero, y que cada día en tu sendero me lleves de la mano, como a maleta o esfero, pues con la tinta de mi corazón te escribo hoy estos versos.

Quisiera escribirte algo nuevo, tal vez de derecha a izquierda o utilizar el alfabeto griego, quisiera nunca cansarte ni causarte sueño, pues tú amor mío, eres la fantasía que me quita el sueño.

Pero cómo salir de la rutina, dejar todas mis tonterías de niña ingenua? Cómo darte una verdadera sorpresa atada a la realidad de esta vida? Quisiera siempre tener una nueva promesa, que sientas más amor en cada nueva caricia, que mires en mis ojos con esa bella sonrisa y sepas que jamás vi un mejor color en la vida, jamás vi un cielo así y Jamás veré a nadie con los ojos que te veo a ti.

Así pasen los años, yo te amo sólo a ti, a ti, a ti…. Te amo sólo a ti.



- Karina Benalcázar.

sábado, 14 de noviembre de 2009

YOU AND ME between SHEETS.
.. it just doesn't get better than this. The many windswept yellow stickies of my mind are the molten emotional front line. I couldn't care less, I'm transfixed in this absolute bliss.
Sweet sleepless, tumbling night. Oh, and the morning on the your skin and loved up light.
Tracing patterns in the maze of your back

Softly, softly the goosebumps like that.
And then a KISS... Maybe another, and ANOTHER ONE...


NEGACIÓN al OLVIDO.

Llega un punto en el cual ya no se llora... ya no supura ni sangra la herida... Pero entonces, ¿cómo saber si se ha cerrado ya? Se hace la prueba del dolor. Como el médico que pincha una extremidad para ver si se ha atrofiado, así pincho yo mi memoria.

Quizá el dolor muera antes que nosotros, quizá nunca muera. Pero por ahora sigue vivo, sigue, sí; pero latente, instalado en mi corazón, punzando entre el amor y el olvido.

Ahora puedo poner en práctica lo que he ensayado durante toda una vida: vencer mis emociones con la mente. Antes fue el amor, ahora el miedo. Conozco el miedo, sí; pero esto es algo diferente. No sé cómo describirlo en toda su plenitud. Tal vez es verdad que no bastan las palabras cuando de sentimientos se trata.

En el momento menos pensado me sorprenden los recuerdos y me embarga tu imagen: tus ojos azules, dulces como el azúcar. Y, ¿qué puedo hacer yo al respecto?Nadie es culpable de los recuerdos que le asaltan.
Nunca pensé que esto llegaría a pasar... sin embargo sucedió lo inconcebible: lograste olvidar y yo no. Yo me quedé queriendo sola. Sin luz ni norte, sola en medio de tanta gente. Caras que no pude reconocer, caras frías, muertas... extrañas.
¿Era posible que mi mundo siguiera existiendo después de nuestra caída?

Noche tras noche aún lo veo, y las lágrimas me solían asaltar. Lograban sumergirme en un mar de sentimientos inconclusos y cabos sueltos... Sigo sin entenderlo. Sigo sin tener razones.

No sé bien lo que pasó–la mente tiende a borrar u omitir las cosas que nos causan dolor–, no entiendo aún por qué estoy aquí y tú no.
Cómo me miraba, me besaba, me acariciaba, me abrazaba; le daba mi mundo y él lo aceptaba, ignorando aún así que el centro de todo, la razón de mis motivos era él.

¿Y ahora? ¿Me mira diferente acaso? No. El tacto es el mismo, y en el fondo quiero creer que el sentimiento también. Sin embargo mi parte más lógica–la que ahuyenta esos pensamientos autodestructivos– me repite una y otra vez que no debo hacerme ilusiones, que las cosas han terminado, que lo entienda ya de una vez. Dejarlo estar. Quizás eso es lo que debería hacer, quizás debería darlo por perdido, emprender de nuevo mi vida, crear un nuevo rumbo. Mientras más alto nos llevan nuestras esperanzas, más dolerá al caer. Pero ¿cómo no mantener la esperanza? Soy una soñadora, está en mis venas. No pienso darlo por perdido.

Nunca me sentí tan viva hasta el momento de nuestra muerte. La muerte de aquel 'nosotros' tan preciado y al mismo tiempo tan subestimado.

Mi corazón, que hacía tiempo había dejado de sentir dentro de mí, volvió a revivir con tu calor. Pero ahora que ya no estás se vuelve, de parada en parada, más pequeño, mas firme, más duro, una dolorosa piedra que ni estrujándolo podría darme ya nada: y entonces se cristaliza mi propósito. Quiero seguir siendo testigo, aunque no quede ni un solo ser que pida mi testimonio. Quiero tener la certeza de que entre tú y yo hubo amor.

martes, 3 de noviembre de 2009

¿De cuántas maneras se puede romper un corazón y esperar que siga latiendo, y encima queriendo con todos los pedacitos?
No puedo más. No te vas, ¿por qué no te vas? Si ya se ha acabado todo, vete, llévate tus sonrisas, tu alegría, tus manías. Llévate tu amor, llévate tus vicios, tus miedos... llévatelo todo. Llévate tu recuerdo.
No me entiendo. Juro que no me entiendo.. ¿me estaré volviendo loca? Al salir el sol parezco olvidarte, y pareces ya formar parte de mi pasado. Parezco (
o soy) una persona que lo ha superado, o que poco a poco lo va haciendo, que se ha resignado y que vive hacia adelante, espera con ansias el futuro, anhela algo mejor... Pero luego cae la noche, y me quedo sola, sola con mis pensamientos, con mis sentimientos, con mis recuerdos... Sola contigo. ¿Y sabes cuál es la parte menos saludable? Que no quiero olvidarte.
Es que todo me recuerda a ti, todo a mi alrededor. En mi habitación, en mi ordenador, en mi música, en mis sueños, en mi mente, en mis manos, en todo lado estás tú.
Te tengo en los ojos, clavado en el corazón. Mi sentido de la realidad parece ya no funcionar. No quiero aceptar que ya no te tengo, y muero por que llegue la hora de soñar contigo.
Quiero dos cosas, y las dos son completamente opuestas entre sí: quiero olvidarte, YA, y seguir con mi vida. O quiero volver contigo. Quiero que vuelvas a ser mi vida, mi razón de vivir, mi sonrisa de cada mañana, mis suspiros, mis lágrimas, el centro de todo mi pequeño universo. (Para qué engañarnos... lo sigues siendo)

Llegan momentos en los que me da bronca. Y me enfado y me dan ganas de gritar... pero no a ti, no te odio (
todo lo contrario), me da bronca conmigo, porque no puedo tenerte, pero tampoco puedo olvidarte. Me da bronca porque no puedo decirte:'tranquilo, no te preocupes, yo también te olvidé'. Me da bronca seguir queriéndote y sentirme como una tonta porque mi amor se va al vacío... Porque no lo quieres, porque ya ni siquiera es mío. No puedo creer como no quiero borrarte de mi vida. De hecho, quiero que todo vuelva a ser como antes... Quiero que me abraces y abrazarte y contarte mi vida y reírnos de las cosas más estúpidas, y hacerme la enfadada contigo sólo para que me beses y me digas que me quieres. Y llegar a casa con tu jersey, envolverme en tu olor y dormirme en el sillón para soñar contigo. Quiero volver a recibir mensajes inesperados con un simple 'te quiero' o 'pienso en ti'. Quiero que mi vida la vuelvas a querer tú.
Pero para qué engañarme. Si la vida no es así. Ya estoy crecidita como para creer en princesas y en cuentos de cristal que no tienen final.
VETE O QUÉDATE, pero por favor, POR FAVOR, no me tengas así. No me tengas en el medio, pensando en ti.


y te juro... te juro que algún día
pensarás en mi.