miércoles, 15 de abril de 2009


I won't let go.

Sembrando discordia y cosechando odio. Buscando otros ojos, otro cuerpo, otra mente con la cual percibir el mundo. Corriendo y corriendo el círculos, terminando siempre en el mismo lugar. Con el dolor a flor de piel y las heridas que no cicatrizan pero tampoco sangran. Perdiendo la noción del tiempo, sin saber si es día o noche, si han pasado horas o días... Con este amor que no me deja dormir. Me consume y me corroe. No me dejas quererte, pero tampoco te quiero olvidar.
Me da miedo el paso del tiempo y tiemblo al pensar en el olvido. Me aferro a tu recuerdo porque no me queda nada más. Es el único pedazo que queda de mi vida fragmentada (el único feliz). No quiero despertar al soñar contigo. Prefiero vivir en mi mundo, rodeada de ti. No quiero ver la realidad. 
Y con esto sólo te quiero decir; 
lo eres todo para mi.


[nomevoyarendir.nopiensodejarteir]

Poco a poco nuestra historia fue reviviendo dentro de mi memoria. La observé con los ojos cerrados, proyectándose en mis párpados como una película. Y al terminarse, en el momento menos pensado y sin darme cuenta, sentía como las lágrimas resbalaban involuntariamente por mis mejillas. Había apretado con tal fuerza mis puños que me dejé las marcas de las uñas en las palmas de las manos. No me dí cuenta que sentía dolor hasta que me moví. La cabeza me daba vueltas y no podía pensar con claridad. La única imagen que veía; tú. La única palabra que se proyectaba en mi mente; tu nombre. 
Aún no te olvido. Mi corazón no quiere dejarte ir, te convertiste en una droga para mi. Un veneno sin antídoto, un vicio sin remedio. No puedo seguir adelante, ni volver atrás. Estoy en un punto muerto, del que sólo tu me podrás sacar. 
Me he convertido en mi propia enemiga, soy perjudicial para mi misma. Mi cuerpo no responde y mi mente sólo me pide tu nombre. 
¿Ves cómo me has dejado? ¿Cómo se te ocurrió enseñarme a amar sin después decirme cómo olvidar?






miércoles, 25 de marzo de 2009

Carta de despedida.

Está claro que ese 'nosotros' que duró todo este tiempo ya no tiene más futuro. Ahora mismo me duele admitirlo,  sé que lo sabes... no tengo porqué esconderlo. La verdad es que estos últimos días no he querido reconocer que las cosas tan terminado y he buscado mil razones y maneras para hacerte recapacitar y hacerte volver a mi vida... pero no me había dado cuenta que la que tenía que recapacitar era yo. [Entiéndeme... las despedidas no se me dan nada bien]. Estaba ciega y no quería ver la realidad, no quería ver que entre tú y yo lo único que quedan son recuerdos de un tiempo mejor. Jamás acepté que cada saludo viene ligado a un adiós.
Ahora me cuesta imaginarlo, pero sé que en algún momento lograré olvidarte y pasarás a ser un buen amigo para mi, y un bonito recuerdo. Pasarás a formar parte de una de las etapas de mi vida [una de las más importantes], de una que me marcó para siempre. Porque quien no conozca esa etapa de mi vida en la que el protagonista fuiste , no sabe realmente nada de mi (quien soy yo en verdad).
Sé que dentro de un tiempo yo te olvidaré y tú me olvidarás y cuando la vida nos cruce de nuevo o por alguna razón volvamos a encontrar algo que nos recuerde al otro, sonreiremos porque vendrán a nuestra mente todos esos buenos momentos que compartimos juntos; ¿para qué dañar algo tan bonito como lo que tuvimos recordando sólo lo malo? No te esfuerces en guardar sólo las cosas que no pasaron... Aprecia lo que tuvimos y apréciame a mi por lo que fui y no por lo que no te di.  
Sé que en el fondo sabes cuánto te amé [aún te amo]  y te lo repetiré las veces que sean necesarias hasta que me creas. Fuiste, eres y serás siempre una parte importante de mi. Sé que tengo mis defectos, pero te juro que la más grande de mis virtudes fue quererte.  Tú me cambiaste y gracias a ti, hoy veo el mundo de una manera diferente.
Ahora los dos necesitamos nuestro espacio y nuestro tiempo, para pensar, para reflexionar y también, para olvidar, pero espero que después de que todo esto pase, llegue finalmente la calma y podamos ser amigos.
Tú para mi eres de los que ya no hay, y agradezco a la vida por haberme dejado caminar a tu lado mientras me has necesitado [mientras me quisiste]. Nuestros caminos se separan y yo me voy por el mío y tu te irás por el tuyo...  Me hubiera girado para buscar un último beso, un último adiós. Pero era demasiado tarde. Había aceptado que no éramos eternos.
Hasta siempre, 

te amo.

domingo, 18 de enero de 2009

Recuerdos.

Suena: Everything - Lifehouse.

Los recuerdos se evocan esporádicamente, sin ser llamados, llegan y se instalan en nuestro pensamiento, y nos hacen sumirnos en ellos, olvidando todo lo que pasa en el mundo que hay a nuestro al rededor. Metiéndonos en nuestro fuero más interno al menos por un momento.
Los recuerdos pueden ser dulces, amargos, tristes, felices, bonitos, crueles, duros, feos, agradables, graciosos, penosos, agrios, dolorosos, indiferentes, y mil adjetivos más. Pero sólo hay algo que los diferencia de todos los demás recuerdos. Que son nuestros.
Los recuerdos están conformados por lugares, por situaciones, pero lo más importante; por personas. Estas personas son las que hacen que cada recuerdo sea especial, o deje de serlo.
Y entre todos mis recuerdos, unos de mis favoritos, los creaste tú.
Hoy recuerdo que hace 17 años nació una persona, que quince años y medio más tarde, se convertiría en alguien casi indispensable en mi día a día.
Hemos vivido tantos momentos, que hoy no son más que recuerdos. Recuerdos importantes, otros tal vez no tanto. Pero la gran mayoría, agradables.
Seguiremos viviendo más momentos que luego se transformarán en más recuerdos, los cuales luego recordaremos riendo.
Te tengo mucho cariño. Como para no tenerlo.
Fuiste una persona muy importante, una etapa de mi vida. Ahora lo eres, pero en otra etapa de mi vida.
Y creo que seguirás pasando de etapa en etapa, algunas con más o menos protagonismo, pero siempre presente.
Porque la verdad, es que quiero llenar mi mente de más recuerdos en los que aparezcas tú.


Recuerdo de hoy: Party & Co en casa de Andrea, haciendo videos y con Berta persiguiéndote por toda la casa con un cuchillo de medida considerable. ¿Risas? Siempre. Improvisación. También.



Felicidades. Sé que el texto no tiene nada que ver, pero mira... Fue lo que salió :)




Te lo mereces todo, TODITO, y mucho, mucho más.



17 años... son tan sólo un suspiro.


Suena: Antología - Shakira.

-cece.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Percepciones

Si todos somos un mundo, tú eres un universo. Y en este momento, mi órbita gira entorno a ti.

No soy un misterio. Soy una chica bastante simple, de comportamientos bastante bastos. Lo que me gusta me hace dar un paso hacia delante y lo que me asusta, un paso hacia atrás. Y entonces te encontré a ti. Sin buscarte entraste en mi vida un día. Y desde aquel día duermo menos y sueño más. Eres como una droga, y yo parezco ser la víctima a la que le has causado adicción. Porque tú me gustas pero al mismo tiempo, me asusta lo que siento, pero sin embargo, eso también me gusta. Devolviste a mi vida el toque de adrenalina que le faltaba. Y ahora pienso con más claridad. Sé que tengo miedo a perderte, por eso no te digo todo lo que me gustaría decirte. Supongo que ya llegará el momento de decirte todo lo que siento y todo lo que pienso. Pero hasta entonces espera. No hay prisas, porque si de algo disponemos, es de tiempo. Y sé que valdrá la pena. Porque aunque aún no esté segura de lo que siento, y de si es bueno o malo, prefiero sentir algo, que no sentir nada.
Y dices que muestras más interés que yo... Si tú sólo supieras todo lo que pasa por mi mente cada vez que te miro. Y te lo he dicho: eres lo primero que pasa por mi cabeza cuando despierto, y lo último que pobla mi mente antes de sumirme en la inconciencia. ¿Te ha quedado claro ahora? Me gustas. Y te quiero. No queda nada más por decir. No por ahora.

jueves, 20 de noviembre de 2008

A veces, hay que saber decir adiós.

Porque todo el tiempo que pasé junto a ti, dejó tejido su hilo dentro de mi. Y aprendí a quitarle al tiempo los segundos, tú me hiciste ver el cielo más profundo. Despegaste del cemento mis zapatos, para escapar los dos volando un rato. Y descubrí lo que significa una rosa, me enseñaste a decir mentiras piadosas para poder verte a horas no adecuadas, y a reemplazar palabras por miradas. Y fue por ti que escribí más de cien canciones y hasta perdoné tus equivocaciones . Y conocí más de mil formas de besar, y fue por ti que aprendí lo que es amar. LO QUE ES AMAR.

Gracias a ti, mi vida dio un giro. Mi razón de vivir tiene ahora otro sentido. Mi camino eligió otro rumbo y llevo siempre presente todo lo que a tu lado aprendí. [You changed my life and all my goals.]

Gracias por haberme querido y gracias por haberme dejado quererte. Por haberme permitido ver el mundo desde tus ojos y por haberte molestado en darme siquiera una parte de lo maravilloso que eres. Por haberme dedicado tanto tiempo y todo esto, SiEMPRE con una cálida sonrisa. Por haberte mantenido en mi vida, aunque sea en otro plano, desde otro punto de vista.

Porque has sido lo mejor de mi, y siempre te recordaré con una sonrisa en la boca. Nada me quitará todos los momentos vividos y los recuerdos compartidos.Sólo gracias. Por ser quien eres, y por haber querido que tu vida se entrelazara con la mía.Ahora todas mis dudas se aclaran. El adiós no ha de ser amargo. Puede decirse con una sonrisa en los labios. Un par de lágrimas pueden caer, pero ya no son lágrimas de dolor. Son lágrimas de felicidad al recordar todos los buenos momentos de un tiempo mejor.Por todo, gracias. Por ser quien eres. Por haberme dado todo lo que ahora soy.

viernes, 10 de octubre de 2008

···

Qué importa lo que quiero yo, si no es lo que quieres tú.
No quiero saber que es lo que piensas, porque tengo miedo a que me hieras. A pesar de que ya sé lo que dirás, hay una parte en mi que no lo quiere escuchar.
Lo fuiste todo, pero lo fuiste. No sé si me entendiste, pero te estoy diciendo adiós.
Si hola no te hubiera dicho yo, jamás tendríamos que decir adiós.
No sé que me duele más. Que estés lejos y no poder tenerte. O tenerte cerca mío, pero aún así... lejos.
'Si alguna vez sentiste algo lindo por mi, perdóname. Perdóname.'
Nada de lo que pasó dejó una huella en ti. Fue sólo un rollo más, fue sólo un juego más, fue sólo un intento más, para lograr olvidar. ¿No te han dicho, que con el amor no se debe jugar?
¿Y si te quiero, qué? Comos si pudiera controlar lo que siento, y por quien lo siento. ¿Y si me importas, qué? ¿De verdad tanto te molesta?
No sé que vi en ti. No sé por qué cai en tus mentiras, y me enredé entre tus redes. Por que me dejé convencer por aquellos ojos... Tus ojos.
'Cuando el mar no tenga sed, y el amor sepa perder, venderé mi corazón para darte algo mejor.'
Si me extrañas, me quieres. Si me quieres, no me dejes. Si me dejas, no me olvides. Si me olvidas, no me reemplaces. Si me reemplazas, que sea por alguien que te quiera. Si te quiere, no te deja. Si te deja, no te olvida. Si te olvida, no te reemplaza. Si te reemplaza, te hará sentir lo que tú a mi.
Y ojalá sepas perder. Ojalá algún día aprendas a ver, que la vida no es justa. Que no siempre se gana. Y que, a veces, se ha de resignar. Porque no siempre conseguimos lo que queremos. No siempre las cosas salen a pedir de boca. Y no siempre el amor es correspondido. Pero al menos se ha de intentar. Porque si no se ha amado, si no se ha intentado. No se ha vivido.

'The best love, is the kind that awakens the soul and makes us reach for more. That plants a fire in our hearts and brings peace to our minds. That's what you have given me, and what I hoped to give you for the rest of our lives.'

'La mejor clase de amor, es aquella que despierta el alma y nos hace aspirar a más. Que enciende un fuego en nuestros corazones y trae paz a nuestras mentes. Eso es lo que tú me has dado, y lo que esperaba darte por el resto de nuestras vidas.'

¿Qué sentido puede tener la vida, si no estamos juntos?

domingo, 23 de marzo de 2008

Más continuaciones...

Sueño o Realidad?


“No puede ser cierto… Marco no puede estar muerto…” Se repetía Martina una y otra vez, entre lágrimas que resbalaban por sus coloradas mejillas.
Valeria entró en la habitación.
- Marti, no llores por fa que me rompes el corazón.
Martina no contestaba, sólo se limitaba a enterrar su cabeza entre las almohadas y gritar, llorar y ahogar todo su sufrimiento.
- Marti, por favor, habla conmigo, dime que sientes, no te lo guardes todo. – intentó Valeria una vez más.
Martina decidió hacerle caso. La miró fijamente a los ojos verdes esperanza que denotaban una preocupación inmensa por su amiga y la abrazó.
- N-no sé s-si alguna vez has sentido lo que sient-to – gimoteó Martina.
- Es horrible… Es como si te hubieran arrancado algo dentro Vale, es como si te hubieran quitado el corazón y lo hubieran apuñalado una y otra vez, tantas veces, tantas heridas que la sangre ya no quiere ni salir. Y cada recuerdo es una punzada en ese agujero donde solía estar tu estómago. Es recordar cada momento de amor, cada momento de pasión, de cariño, de todo… Y volverlo añicos, porque él ya no está… Porque ni siquiera tienes el consuelo de cuando te dejan, que sabes que al menos podrás contentarte con mirarlo de lejos si no quieres olvidarlo… Y una vez sin corazón, el amor sigue estando ahí… No se va, se queda contigo, pero no compañero, se queda prisionero, aferrado a recuerdos, a momentos, pero ya no a la realidad. Nunca más a la realidad.
Valeria la miraba perpleja, mientras las lágrimas caían silenciosas, cómplices, empapando sus preciosos ojos.
No sabía qué decir. Jamás había sentido un dolor parecido. Sólo la abrazó.
Son esos momentos en los que no necesitas nada, que nadie te diga cosas, que no intenten entenderte. Que no piensen que pueden ayudarte con huecas y vacías palabras. Sólo necesitas un abrazo. Sólo eso.

No sé cuanto tiempo pasó hasta que finalmente Martina se rindió y se quedó dormida. Su respiración era entrecortada por el largo tiempo de haber llorado. De haberse lamentado. Valeria se levantó de su cama, la tapó con el edredón y de dirigió al salón. Cogió el teléfono y llamó a la comisaría.
- Si, buenas tardes, quisiera hablar con el encargado del caso de la muerte del señor Marco de la Torre. – al decir esto, un par de lágrimas se le resbalaron a Valeria. Ella también le había querido. Como a un buen amigo. Y no había terminado de asimilar su permanente ausencia hasta ese momento.
- Si, un momento por favor.
- Buenas tardes, el inspector Salveny a sus órdenes. – una voz masculina e imponente contestó.
- Si, habla Valeria Rossini, amiga del fallecido y de su novia. Tengo entendido de que usted vendrá en un par de horas a explicar todo lo ocurrido, ¿no es así?
- Sí señorita, así es, ¿por qué? ¿hay algún inconveniente?
- Sí inspector, mire, es que mi amiga, la novia de Marco, no ha tomado bien la noticia como era de esperar, y bueno, quisiera pedirle si por favor la podemos aplazar para la próxima semana.
- Bueno señorita, verá, es que es algo muy delicado…
- Perfecto, muchas gracias inspector, entonces hasta el próximo Lunes a las 8 de la noche. Adiós.
- ¿Hola? ¿Hola? Señorita…
Pero era demasiado tarde, Valeria ya había colgado.
Después de un momento, se encaminó a su cuarto. Y ella también se echó a llorar.


* * *

- Hola Martina, ¿cómo estás?
No podía ser. El chico de los ojos esmeralda otra vez. ¿Era posible? ¿La estaba persiguiendo? ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo sabía su nombre?
- Ho-Hola, ehm, bien ¿y tú?
Se sentía como una completa idiota. Torpe e inútil.
Él no dijo nada más sólo sonrió. Poco a poco se le fue acercando, hasta encontrarse a pocos centímetros de ella. Martina creía sentir su respiración en el hombro.
- Entonces, ya que has venido… ¿Qué quieres hacer? – le dijo con una voz más baja, casi en un susurro.
- Bueno, lo… lo que tu quieras. Tú me has citado aquí ¿no?
No podía quedar como tonta. Tenía que poder controlarse. O al menos aparentarlo.
El chico la tomó de la mano. Un leve escalofrío recorrió todo el cuerpo de Martina.
- Sígueme. – le dijo.
Caminaron durante largo rato, Martina aún no sabía hacia donde. Tampoco se fijaba mucho, se sentía como en trance. No podía apartar la mirada de esos ojos verdes que de vez en cuando se giraban para mirar si seguía ahí.
Llegaron a un edificio viejo, apartado de la ciudad, al menos eso parecía.
Una tranquilidad y un silencio sepulcral invadían todo el lugar. Él la acercó y la tomó por la cintura, luego empezó a besarle el cuello, mientras ella no mostraba oposición. Estaba como hipnotizada.
Poco a poco los labios de él se fueron acercando a los suyos, hasta que los rozaron. Martina cerró los ojos y se dejó llevar.
Subieron al ascensor sumidos en un eterno beso. Al llegar al ático, dando tumbos contra las paredes, abrieron la puerta y se abalanzaron al piso.
Poco a poco, la ropa fue escaseando y los suspiros aumentando. Embargados por la pasión se dejaron llevar en una aventura que ojala no tuviera final.

La lluvia caía sobre la ventana, mientras dos cuerpos entrelazados se abrazaban debajo de las mantas. Una cabellera rubia teñía la almohada y un olor a locura invadía la habitación.
Martina abrió los ojos. Le costó un poco pero al final se incorporó.
¿En dónde estaba? ¿Qué hora era? ¿Había pasado la noche ahí?
“¿Pero qué acabo de hacer?” pensó Martina.
Me acabo de acostar con un completo desconocido… Bueno, quizá completo no… Siento conocerle desde siempre. Pero, ¿qué estoy diciendo? ¡Si ni siquiera lo conozco! Espabila Martina, ¿qué pensaría Marco de esto? Un día después de su muerte y yo ya con otro… ¡Qué vergüenza doy!
En ese momento el chico abrió los ojos, esos ojos verde esmeralda que tanto cautivaban a Martina y…

Martina se despertó sobresaltada. La una de la mañana. Estaba en su cama todavía vestida.
¿Lo he soñado? Pero si ha sido tan real… El chico, sus besos, sus ojos… ¿Lo he soñado…?